Examinando Nuestras Actitudes

Tu eres quien eres y te encuentras donde estás -tanto física como mentalmente-- como resultado de los pensamientos que hay en tu mente. La buena noticia es que si no estás satisfecho contigo mismo, ni a gusto con tu salud, física y mental, puedes cambiar esa situación, modificando la calidad de la información con que alimentas tu mente y los pensamientos y emociones que albergas en ella.

Puedes empezar a desarrollar una actitud mental positiva protegiéndote de los mensajes negativos que llegan a tu mente a través de los sentidos. El secreto del éxito puede resumirse en estas simples palabras:” Te convertirás en aquello en lo que piensas constantemente, positivo o negativo”.

Los pensamientos que albergas en tu mente influyen en tus decisiones a largo plazo y en tus determinaciones diarias, ya que toda acción está precedida por un pensamiento. ¡Es así de simple!

Todo lo que llega a la mente a través de los sentidos, ya sea de manera consciente o inconsciente, queda grabado en ella para siempre. Esto significa que si la alimentas con la información correcta, puedes esperar grandes resultados. De ahí la importancia de controlar la información que llega a tu mente a través de lo que lees, lo que oyes en la radio o lo que ves en la televisión.

¿Por qué una gran mayoría de personas no presta mucha atención al tipo de información que graba en su mente subconsciente? Tal vez aún no han logrado comprender el poder que pueden ejercer nuestros pensamientos sobre nuestras acciones. Se ha calculado que un pensamiento equivale a no más que a una décima de voltio de electricidad. Sin embargo, ésta ejerce una gran influencia en nuestras emociones y, especialmente en nuestra salud.

El doctor Deepak Chopra afirma que pensar es practicar química cerebral. El producto de estas reacciones químicas es precisamente la secreción de hormonas desde glándulas como el hipotálamo y la pituitaria. Éstas se encargan de transmitir mensajes a otras partes del cuerpo.

Por ejemplo, los pensamientos hostiles y de enojo aceleran los latidos del corazón, suben la presión arterial y sonrojan la cara, entre otras reacciones. Los sentimientos de ira, enemistad, resentimiento y tristeza debilitan el sistema inmunológico del cuerpo.

Los pensamientos positivos como el entusiasmo, el amor, la amistad, la paz, la tranquilidad y muchos otros, producen un flujo de neurotransmisores y hormonas en el sistema nervioso central, que estimula, provee energía al cuerpo, y crea las circunstancias propicias para el mantenimiento o restauración de una buena salud. Cada uno de nosotros es, hasta cierto punto, responsable por el nivel de salud del cual gozamos.

Tenemos la gran opción de cambiar nuestra actitud y, por ende, modificar el efecto negativo que ésta pueda estar ejerciendo sobre nuestra salud física.

En un estudio realizado con treinta pacientes que sufrían de cáncer del colon o de tumores malignos, se les pidió que tomaran un curso de ocho semanas sobre relajación y cambio de actitud. La terapia consistía en visualizar enormes células anticancerosas navegando a través del sistema sanguíneo y devorando las células enfermas o el tumor existente. El propósito era cambiar la actitud derrotista y las creencias negativas que muchos de ellos tenían. Los resultados fueron sorprendentes. Los pacientes que tomaron el curso mostraron un incremento en el número de las células que normalmente protegen el cuerpo contra el crecimiento de tumores malignos.

Así pues, te sugerimos que: Examines cuidadosamente la clase de información con la cual alimentas tu mente. Controles los pensamientos que ocupan tu cerebro, ya que estos afectan tu salud física y mental, si no son pensamientos renovadores y positivos. Recuerda que el desarrollo de una gran actitud es esencial para alcanzar el éxito.

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