EL SER

Es el diario ir y venir de la cotidianidad, la rutina mental de la que no sabemos escapar, el deseo de la utópica estabilidad de por si inexistente, que nos trae como consecuencia el actuar constantemente en contra de nosotros mismos. Es como una obsesión el ser alguien en la vida, (como si ya no lo fuéramos al nacer), de remontar las olas y las cúspides de la existencia buscando ese reconocimiento del éxito, de ese éxito de lograr no se que cosa, porque muchos no saben ni lo que quieren, pero en definitiva, tratando sobretodo de vivir, aunque tal vez no se sepa la esencia de la palabra. Vivir o sobrevivir?, en eso se ha convertido nuestro dilema diario. La sociedad nos lleva a una lucha invariable por mantenernos vivos y no es que le otorgue la responsabilidad a la sociedad, la cual fue hecha por nosotros , pero es ella quien de una u otra forma nos exige ser como en realidad no somos, aparentar lo que creemos que debe ser en detrimento de nuestra propia identidad. Todos o casi todos tenemos la creencia de que vivir es esto que vemos a diario: trabajar, ganar dinero, tener familia, o un estatus, dormir, comer, viajar, etc.; se nos olvida algo muy importante, solo venimos a existir, a disfrutar de esta existencia, tan solo a eso. Si lo hacemos, a través de una Ley universal poco conocida, todo vendrá naturalmente a nosotros o nos dirá como actuar cuando amerite hacerlo. Y tendremos lo que necesitemos sin tanta lucha, solo requiere de comprenderse un poco a uno mismo, conocer nuestros propios ritmos. Cada detalle de nuestra vida es digna creación de un virtuoso, cada simpleza que nos rodea es meramente para disfrutarla. Creerán que uno puede deleitarse de las alegrías tanto como de las tristezas?. No son las depresiones ,por ejemplo, las musas mas preciadas de los artistas?. Cuantas creaciones magnánimas fueron hechas en grandes estados de desconsuelo?. El grandioso Universo se manifiesta en cada uno de nuestros estados de ánimo. Cada situación que acontece en nuestra vida es una pincelada más de Dios para construir su gran obra a través de ti. Así que detén un momento tu andar desmesurado. Aquieta un momento tu intranquila mente: escucha el silencio entre los ruidos externos e internos, contempla la inmensidad de la nada. Déjate llevar por la vida que fluye dentro y fuera de ti, tal como si contemplaras el ocaso o algún paraje de inconmensurable belleza. Descubrirás que no hay adentro ni afuera, todo es un todo, no existe separación de nada, te regocijarás de saber que aquellos contra quienes luchas existen dentro de ti y cesará la discordia, la competencia, entonces dejarás de pugnar contra ti mismo. Te engrandecerás al saber que lo que amas está también en ti y que el amor de tu vida eres tú y gracias a eso puedes amar a los demás que a la vez forman parte de ese ser que eres. Y lo mas bello de todo, respetarás a tu ser que es a la vez el ser de los otros, pues la misma esencia se encuentra en el corazón de cada aparente individuo.

Publicar un comentario

0 Comentarios